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Manizales del Alma

  • Foto del escritor: Mauricio Uribe López
    Mauricio Uribe López
  • 29 dic 2021
  • 3 Min. de lectura

No vivo en Manizales, pero cada año busco una oportunidad para disfrutar el mayor número de días posible en la ciudad en la que nací y en la que se hunden mis raíces. En “Nocturno de mi Barrio”- ese viejo tango de Aníbal Troilo - canta Roberto Goyeneche: “Alguien dijo una vez que yo me fui de mi barrio... ¿Cuándo? ¿Pero cuándo? ¡Si siempre estoy llegando!”. A Manizales siempre estoy llegando. En Manizales siempre estoy en casa. Y no solo porque la casa de mi familia ha sido, es y será siempre mi casa, sino porque mi alma se siente a gusto subiendo o bajando por sus calles empinadas o recorriendo sus avenidas. Mi favorita: la Avenida Santander desde Fundadores hasta el Batallón Ayacucho. También es una dicha deambular por el centro desde el Parque Caldas, por la veintidós o por la veintitrés, hasta el Parque del Agua (antiguo Parque Olaya) en la Avenida Centenario para luego, subir de ahí a Chipre y contemplar, con incredulidad, esos inverosímiles colores del atardecer de la ciudad. La Calle del Tango (calle veinticuatro entre carreras veintidós y veintitrés) con varios locales dedicados a rendir culto en lo alto de nuestras montañas andinas a la música porteña, mezclándola con ritmos tropicales y viejos boleros, es un verdadero deleite. No son pocos los aguardientes que me he tomado con ese hermano mayor que es mi primo Nato en dos de los más tradicionales sitios de ese céntrico rincón de la ciudad. Pasando a las baladas ¿Cómo olvidar el desaparecido “Años Locos” cerca de la Torre del Cable? Afortunadamente, persisten otros lugares en los que es posible escuchar al mismo grupo interpretar bachata, boleros, baladas, canción social, rock en español, música llanera y hasta salsa y vallenato. Que los que beben cerveza o cocteles sin alcohol se animen a cantar y bailar es una prueba clara a favor de la versátil destreza de esos talentos locales. A propósito de talentos, merecen un reconocimiento especial los guías turísticos de la ciudad. Creo que se debe hacer turismo no solo en los lugares ajenos, sino también en los propios para no terminar, como solía afirmar una pariente pacoreña, convertido en un “forastero del propio pueblo”. Si uno va a lugares como el Monumento a los Colonizadores, el Parque de Los Yarumos o al Corredor Polaco de la Catedral Basílica Metropolitana Nuestra Señora del Rosario de Manizales, encuentra jóvenes amables que además de exhibir un orgullo por la tierra que no resulta fastidioso ni chovinista, están bien informados y saben explicar de manera clara los detalles y la historia de cada lugar, respondiendo apropiadamente las preguntas, incluso las impertinentes. Manizales es una ciudad con múltiples problemas relacionados con la desigualdad y la segregación social como lo puede ser cualquier ciudad similar en Colombia o en América Latina. Sin embargo, es una ciudad vital y llena de gente sencilla y alegre que encaja cada vez menos en los viejos estereotipos. Su feria, a pesar de ciertos anacronismos, demuestra cada año que Manizales es la ciudad de las puertas abiertas. Nota de pie: Confieso que han sido más las veces que he ido a un gimnasio para inscribirme que para ejercitarme. Sin embargo, en uno de mis esporádicos -y a la postre fallidos intentos de ponerme en forma- tuve la oportunidad, no mucho después de la hazaña del Once Caldas en 2004, de conocer en un gimnasio de la ciudad a Juan Carlos Henao. Lo había visto desde las gradas del Palogrande cuando atajó ese penal que llenó de gloria a nuestro equipo del alma. Pero darme cuenta, después de saludarlo y de que accediera a fotografiarse conmigo, que Henao no es solo un gran deportista sino también una persona simpática y sencilla, me hizo admirarlo aún más. En medio de la sexagésima primera Feria de Manizales, en la que hubo una variada y rica programación cultural, musical y deportiva, se llevó a cabo el partido de homenaje a Juan Carlos Henao. Prefiero la palabra homenaje a la palabra despedida, porque afortunadamente mantendrá sus vínculos con el equipo y nunca saldrá del corazón de la afición.

Publicada en LA PATRIA de Manizales.

Fecha de publicación: Viernes, Enero 13, 2017

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